No defiendas un fracaso (Comunista)



Nadie, mucho menos yo, desempeñamos el papel de esenciales o pieza claves del grupo.
Sus protestas pacíficas o violentas poco y nada ayudan a los explotados, los alineados, ¿entonces para qué unírmeles? ¿Todo escritor, universitario, pobre, joven resentido, hippie, debe acoger el Marxismo, Comunismo, Socialismo? ¿No hay más opción que apoyar a los oprimidos?
Mi intención sería aliarme con el que más me convenga, con los que saldrán ganando.
Por mucha piedra, y papas explosivas que tiren no van a detener a los dueños del Gobierno.Por muchas paredes que llenen de sus inconformismos justificados por la Historia, de la cual poco conozco y mucho menos me importa estudiar concienzudamente; la situación no va a cambiar con sus revueltas. Sé que leería sus “Razones” y no comería cuento, no caería en sus imprecisiones, en sus delirios de equidad. Ustedes son más malos, más perversos, se auto—engañan, se obstinan con una pérdida de tiempo.
Siempre van a derrotarlos, es lo obvio, ustedes son los equivocados y lo triste es que son estudiantes, y uno no estudia para cometer errores tan garrafales de pertenecer a algún Ismo; tan siquiera yo puedo excusarme con mi ignorancia, con mi mente cerrada, etc. Pero ustedes, universitarios, se dejaron atrapar leyendo y escuchando sobre el tema. “Mientras que yo sigo en mi inocencia”, me dirían ustedes. Los Revolucionarios dirán que no sé lo que está pasando en el Mundo, en mis narices; dirán que no sé nada de la Historia, de los nacimientos de aquella disputa por el Poder, que me importa un culo lleno de Mierda las injusticias de Estados Unidos. “Su gran enemigo”.
Recorren las calles, sostienen pancartas, banderas blancas, rojas, qué se yo, piden que se les respeten sus derechos como ciudadanos de una patria con supuesta democracia. Cierra la boca o no te tocará ni medio bocado de comida. No marches en Son de protesta, no estorbes, no te canses en esos desfiles, míralos por la televisión, ve la golpiza que les dan los Antimotines a esos Revolucionarios.
Causan mínimos revuelos, despertarán alguna que otra conciencia revolucionaria en los demás, pero dentro de dos o cuatro días, la marcha, los gritos, los pobres ideales, sus absurdas peticiones habrán quedado olvidadas en las cadenas de televisión como un leve registro del in—conformismo, como una noticia carente del efecto soñado.
No tienen líder ni Poder. No hay estructura, son hormigas ante el Poder de”El Estado”. Protestan a solas, pasan desapercibidos, los discursos que gritan, a nadie les preocupa; Aquí sufrimos de sordera para las frases y proyectos de “los idealistas”, de “Los izquierdistas”. Ríndanse, no ocupen su vida en un imposible.
Somos un país de irremediables masoquistas, soportamos toda clase de descaros, nuestro aguante no tiene límites... No jodan más, únete al partido ganador y serás triunfador en vez de idealista resentido que sueña con países utópicos.
Los otros, están convencidos de que tienen la razón, la solución, y llevan a sus seguidores a una Muerte, dizque llena de patriotismo. Enséñame a odiar, a asesinar en nombre de los ideales, guíame para que crea que mi vandalismo está perfectamente justificado.
¿Con cuál propósito práctico atacan al sistema? ¿Cuándo derrotarán al Sistema, si nosotros mismos los subimos al Poder?
Es muy obvio, Miriam. La paz es utopía desde el interior, la paz equivale a la Muerte, a la pereza mental del pueblo. Es claro que ningún gobierno satisface a cuarenta millones de colombianos rebeldes, tercos y libres.
La salud y la educación, no se pueden regalar. Esa clase de obsequios, lo que hacen es crear más parásitos, más vagos que lo quieren todo a pedir de boca. Desembarazar al pueblo de sus graves problemas económicos, es igual que darle torta a quien no asistió a la fiesta, al que no merecía la invitación.
¿Si el político es el enemigo del pueblo y viceversa, entonces quién debe unirse a quién?
Tarde o temprano el vencido da el brazo a torcer, ¿para qué gastar tiempo y energía en imposibles? ¿Dónde vive el intelectual con la influencia requerida para modificar al Estado? ¿En Cuba? ¿Quién lo escucha, quién lo apoya al levantar el brazo con la mano empuñada? Ah, ustedes, pues en Colombia jamás se implantará con éxito el Régimen de Cuba.
Los de arriba no limpian la basura de los de abajo. Las minorías no andan felices de ser la minoría, con su posición social, Ellos también buscan la manera de subir, de escalonarse y desde allí mirar después con recelo y odio a los que luego serán poca cosa.
Al ascender en el plano social, de inmediato se esfuma la sencillez que los caracterizaba.
A fin de cuentas, sus marchas, sus movilizaciones, jamás ocasionan el golpe certero, siempre fracasan. Cada cuatro años fracasan en las Elecciones.
Nunca, pero jamás se fundará un Mundo pleno de equidad, ningún “Ismo” logrará vencer la escasez.
La revolución no produce frutos, la revolución se pudre antes de llegar a buenas manos; por eso sé que no me uniré a ella.
Es una total fachada, que el cambio dependa de mí o de ti; Yo no colmo vacíos, no se mueren sin mí, tampoco sin usted.

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