No hay salvación, nadie impide las tragedias

La Muerte degrada el valor de la existencia, la vida no triunfa sobre ella.

Resulta que existí para nadie, existí sin dejar marcas, resulta que fui un descuido en el tiempo. ¡Qué superfluos somos nosotros que no entraremos en los anales de la historia y, qué excesiva es la Muerte humana!

Ustedes, crédulos que lo aman, no se cuestionan… ¿es todopoderoso para qué? ¿Omnipotente cuándo? Si la persona se salva es un "Milagro" y cuando se mueren los cien pasajeros del avíon, al no sobrevivir ninguno, ¿cuál excusa dicen para esas ocasiones mortales?
una vez luego de un funeral, en la casa de los familiares del muerto:
-Veo acomodarse en la sala a un grupo de viejas de faldas largas de tela barata; se han reunido con la descabellada intención de pedirle a no sé quién o qué, que el alma de mi amigo no se vaya a la oscuridad, al infierno.
¿Qué significa para esas viejas crédulas la oscuridad? ¿Qué hacen con tanto parloteo y frases repetidas?
Qué máquinas, qué actitud de loros, tan tonta.
Lo llaman “Novena” y acepto de inmediato que me es ajena aquella costumbre, porque no crecí rodeado de absurda “Fe” ni de enseñanzas de ese tipo; aunque clasificar con el valor de “Enseñanza” a semejante variedad de represiones y de castigos y reprimendas absurdas, es un error. ¡Grupos de asesinos de la libertad!

Ellas, las viejas crédulas, mecánicamente dicen y repiten cosas tan ilógicas, ¿de qué sirven sus sermones y esperanzas sin fundamento real?

¿Cómo son tan dementes para fundamentar su vida en eso? ¿Por qué tantos hombres quieren dilucidar el misterio del universo y el de la creación?
Comprobarlo no va a mejorar la paradoja humana. Saber cómo se inició el Mundo o ponerle un creador, es insuficiente, inútil.
El Mundo no ha progresado con el nacimiento y esparcimiento de la “Fe”, ni con la certeza de que aquella existencia abstracta es el fundamento de las cosas.
El Señor no evita que yo ande temeroso debido a la guerra. Él no impide que un loco me apuñale o que mis padres se mueran. Aunque el señor no fuera un espejismo, y su presencia, menos que virtual, eso no es Razón suficiente para confiarnos y olvidar lo fácil que es Morir, y menos, para sentarnos a la expectativa de que el señor actúe, que se haga su reino. ¿Él va a ayudarnos a no sufrir una Muerte catastrófica?
¿Él ha protegido a los masacrados, a los torturados? ¿Él les ha disimulado el Hambre a los niños de Colombia? ¿Cuáles y cuántas guerras ha evitado el señor que tanto dice amarlos?

Piensa, sé razonable, analiza las pruebas, ve que no existe el señor o ve que sus manos están atadas y que el todopoderoso es el invento que los engañará por los siglos de los siglos. Creer en lo que no se ve, es la patraña más antigua y común para no destruir la fe.

Comentarios