¿Nuestro cuerpo es el templo de dios?... No


Tu cuerpo no es el templo de dios, no te preocupes por respetarlo ni de cuidarlo por ese motivo ficticio. Es tu carne, es tu piel, tus sensaciones,tu decisión y de nadie más. Tu cuerpo no es un templo, considéralo mejor como tu juguete, como un parque de diversiones propio, íntimo y público. Manoséalo, acarícialo, juega con las zonas más erógenas, introdúcele lo que te guste en donde te excite más. No desaproveches los placeres que hay en la piel, no temas supuestas malas consecuencias y si dios o cristo habitan en tu cuerpo, entonces excítalo, mastúrbalo a él también. A tu cuerpo emborráchalo, consíguele mujeres, hombres, drógalo, úsalo, muévelo... no lo dejes envejecer sin disfrutarlo. Y graba un video mientras te tocas y regálamelo.

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