(La canción "amigos" de Enanitos Verdes es una gran mentira, no te la creas, despierta del ensueño)
Sin
excepción, la gente, yo, usted, somos insoportables, pero cuando hay una
pequeña posibilidad de servir, el asco, el desprecio y el desinterés por la
otra persona, cambia, llega hasta a convertirse en eso que suelen llamar
amistad. Donde se vea una ventaja, una utilidad, ahí habrá una relación, una
comunicación, un contacto con ese asqueroso individuo del cual sacamos algún
tipo de beneficio. De lo contrario, al no ver un provecho, entonces no se
realizará la relación, no valdrá el esfuerzo de hablar, de dirigirle la palabra
a nadie.
Si
antes hubo una relación-beneficio, pero la utilidad se ha muerto, desde luego
que se perderán las razones, motivos y deseos de llevar a cabo el acercamiento
con ese otro detestable que ya no es productivo para nuestra vida. El utilitarismo
se enmascara con amistad, noviazgos, relación trabajador-jefe, madre-hijo,
hijo-padre, vendedor-comprador, etc. Cada una de las interacciones con la gente
dependen del beneficio que conceden directa o indirectamente, a voluntad o
inconscientemente.
No existe relación, interacción que se ejecute
por desinterés. Nadie es totalmente soportable ni detestable, pero ese detalle
positivo se debe a la utilidad. Lo asqueroso lo dejamos pasar, lo toleramos, le
restamos importancia porque algo favorable se puede conseguir del ser humano
con el que establecemos una acción.
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