Relaciones de pareja: ¿Niño o niña?

¿Niño o niña? Esa es la pregunta que las parejas se formulan, y siempre resultan con las mismas estúpidas explicaciones de por qué un niño y por qué una niña según sus ideales.

Dizque las niñas muestran más ternura, dizque un hombre para llevarlo a los partidos de fútbol, y un montón de ilusiones estúpidas y típicas. Por eso es que es tan divertido cuando el niño resulta homosexual y cuando la niña se comporta como un marimacho y si prefiere las vaginas a los penes. El padre de familia imbécil ya no verá cumplidas sus tontas expectativas, no se convertirá en abuelo, no disfrutará de sus nietos, su hija no se casará con un hombre, su hijo no lo acompañará al fútbol, le van a dar por el culo y va a succionar los penes de los amigos del colegio.

Niño o niña no importa, de cualquier manera es un problema, una decepción.

Tu hija es la prostituta del barrio que se acuesta conmigo, tu hija es la entrepierna sangrante que te cuesta más dinero en toallas higiénicas, es la mujer que cree estrictamente normal y necesario usar cremas, lociones, ropa interior de marca, maquillaje, cortes de cabello cada tres o seis meses, arreglarse las uñas de las manos y de los pies, usa ropa bonita y costosa para no verse mal delante de las amigas u enemigas, usar aretes, anillos, y muchas más que, a fin de cuentas, afectan tu bolsillo. Tu hija es un problema, una fábrica de niños ambulante, te aconsejo que siempre guardes dinero para el día que te diga que la han embarazado, reserva un fondo para que aborte.

Niño o niña da lo mismo, a ambos debes darles, perdón, pagarles la educación y luego discutir con ellos para que valoren tu esfuerzo, para que cumplan con las actividades y no pierdas más tu dinero en un hijo de mierda que no aprueba las materias.

¿Quiere un hijo-hombre para conversar de qué, de coches, de fórmula 1, de deportes en general?

Pues para eso deberías pensar en tus amigos no en tu hijo. ¿Necesitas ridículamente alguien con quien sentir que tienen cosas en común? Entonces vete al carajo. De seguro lo vas a supuestamente educar a tu modo, desde el punto de vista que erróneamente consideras el correcto, pero, ah, sorpresa cuando no te preste atención ni confíe en tu criterio y no satisfaga tus caprichos. ¿Y qué tal si tú hijo se dedica al crimen y no al estudio? ¿Y si la buena puntería que mostraba en el fútbol la demuestra luego con disparos a la cabeza? ¿Y si te da cuatro nietos que, al principio, parece bonito y emocionante, pero luego tu hijo no se responsabiliza y el que pagas eres tú?

¿Niño o niña, igual te van a defraudar?

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