La eugenesia
Primero que todo, comprendamos en términos generales y en palabras no muy técnicas qué es “la eugenesia”. El origen de la palabra eugenesia lo encontramos en Grecia. eu (bueno o buena) y génesis (generación, origen, nacimiento); es decir, el bien nacido o la buena reproducción.
Es una ciencia cuyo propósito es el mejoramiento de las razas, los especímenes, los seres vivos, en especial, el ser humano; la eugenesia tiene como ideal potenciar las cualidades intelectuales y físicas; desarrollar, crear, moldear un individuo con capacidades superiores que, a futuro termine siendo el punto de partida, el modelo a seguir, es decir, establecer una clase de individuo de inteligencia superior a la promedio, que su cuerpo sea más saludable, que requiera menos horas de sueño, que sufra menos enfermedades crónicas y en general, eliminar la herencia de genes nocivos; la eugenesia desea que haya individuos exentos de defectos, de las debilidades, las enfermedades, los vicios, los comportamientos nocivos, la insensatez, la pereza y cada uno de los motivos por los cuales hay violencia, crímenes, desorden, caos, etcétera.
La finalidad de la eugenesia consiste en reducir los niveles de ignorancia, de ineficacia, de tendencias improductivas y nocivas para la sociedad. Es por ello que, los promotores de la eugenesia ven con recelo y hasta desprecio a los individuos que no son útiles, productivos, que no aportan nada bueno para la vida, que no destacan en lo político ni la economía, la cultura, las matemáticas, las ciencias en general.
Quienes apoyan la eugenesia, consideran que tanto los conocimientos y la ignorancia se transmiten de modo hereditario y que por ello mismo se debería poner más cuidado a qué clase de personas sería mejor elegir en materia de procreación, ya que para los partidarios de esta ciencia la prioridad a la hora de establecer relaciones hereditarias debería darse entre personas que se consideran altamente clasificadas y con cualidades excepcionales, para conseguir paulatinamente una sociedad superior a la que, según ellos, se llegaría si los menos dotados, si los más pobres e ignorantes, enfermos mentales, personas discapacitadas no se reprodujesen indiscriminadamente y sin control.
Bajo estos parámetros se puede acusar a Herbert Spencer (1820-1903), a charles darwin (1809-1882) y a Francis Galton (1822-1911) de promover una “eugenesia negativa” a través de sus pensamientos y teorías científicas que han servido de influencia y excusa para la discriminación, la segregación racial, la ley de la supervivencia del más fuerte frente a los más débiles, de la necesidad de esterilización a quienes se les considere inferiores y defectuosos; tal y como ocurrió en la Alemania nazi donde se estima que 400 mil personas fueron esterilizadas entre 1934 y 1937. En México sucedieron casos similares de esterilizaciones forzadas en comunidades indígenas, en los sectores pobres del país. En estados unidos se procedió de igual manera con 45 mil enfermos mentales.
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